martes, 28 de agosto de 2018

Veranear en el pueblo

Mi prima Laura siempre ha dicho que todos los niños deberían tener un pueblo al que ir a pasar unos días en verano. Y tiene toda la razón. Los que hemos pasado los veranos en el pueblo sabemos que la vida que llevan los niños de vacaciones en un pueblo es única, inmejorable ,y que nada tiene que ver con la que llevan en la ciudad.

Panorámica de Bailo (Huesca) desde el cruce de la carretera
Y es que, ¿quién no ha soñado con quedarse a vivir en el pueblo todo el año? En un pueblo pequeño, donde apenas hay tráfico, donde todos te conocen más o menos, se viven cosas maravillosas que en la ciudad o en otro tipo de lugar de vacaciones son muy difíciles de vivir. Aquí van unas cuantas que se me han ido ocurriendo durante los días en los que hemos estado en Guijo de Santa Bárbara (Cáceres) y en Bailo (Huesca), que son los pueblos de nuestras infancias y, ahora, los de nuestras hijas.

·         Llegar al pueblo y que, después de saludarte, te pregunten: «¿Te quedas muchos días?»

·         Ser conocid@ como Fulanit@ de Casa Tal o Menganit@ el/la de Nosequién, en lugar de por tu nombre y apellidos.

·         Salir de casa sin un adulto que te acompañe y volver solo cuando tienes que comer, cenar, dormir o ir al servicio.

·         Compartir con tus herman@s y prim@s una habitación muy grande llena de camas, literas, plegatines e incluso colchones por el suelo.

·         Perder la noción del tiempo y saber que es domingo porque te hacen arreglarte “porque es domingo”.

·         Ir a todas partes andando o en bici, incluso de noche.

·         Caerte y llenarte codos y rodillas de heridas y raspaduras y que te las curen en casa de una tía o de una vecina del pueblo, en lugar de en tu casa.

·         “Adoptar” algún animal herido que hayas recogido por ahí con intención de curarlo: pajarillo, rana, lagartija…

·         Comer más patatas fritas, helados y beber más refrescos que en todo el resto del año junto.

·         Ir al huerto a “ayudar” a recoger o a regar y que acaben riñéndote por haber pisado donde no debías.

·         Merendar por los caminos a base de moras o de frutas y frutos de cualquier árbol, aunque no sea propiedad de tu familia.

·         Hacer amig@s y volver a verl@s cada verano acumulando batallitas de por vida.

·         Subir montes, bajar barrancos, construir guaridas, salir a las afueras del pueblo a ver la lluvia de estrellas, ir en bici por la carretera al pueblo de al lado, quedarte hasta las mil jugando en la plaza, cazar gamusinos, beber agua en cualquier fuente sin importarte que un momento antes se haya abrevado allí un rebaño de ovejas entero, hacer tu propia presa en el río moviendo las piedras…

Charco Calajomero en la Garganta Jaranda en Guijo de Santa Bárbara (Cáceres)

·         Contar los días que quedan para ir al pueblo y marcharte de él llorando o aguantándote las lágrimas porque sabes que tu libertad se ha terminado hasta el verano que viene.

·         Y, por último, considerar tu pueblo el mejor del mundo y, sobre todo, mil veces mejor que el que hay justo al lado.

5 comentarios:

  1. Suscribo todo tal cual, sobre todo lo de merendar por los caminos! Añadiría descubrir el amargo sabor de las ortigas, e iniciar cursos de alquimia preparando colonia con flores de espliego.

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    1. Jajaja, grandes aportaciones. Seguro que muchas más quedaron en el tintero, pero es que las entradas no pueden ser demasiado largas, que luego no se las lee el personal ;-) Siento haber tardado tanto en publicar tu comentario, es que no me llegó el aviso para que le diera el OK

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  2. Suscribo todo tal y como lo has escrito, sobre todo lo de merendar por los caminos. Añadiría el descubrir el amargo sabor de las ortigas e iniciarte en el arte de la alquimia preparando colonia con flores de espliego.

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  3. Qué bonito. Cómo me siento reflejada.

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    1. Gracias, Almudena, mucha gente ha debido de sentirse así, porque he batido todos mis récords de lectura con esta entrada. No había publicado antes tu comentario porque no me había llegado notificación para que lo moderara, disculpa. Abrazos

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