martes, 24 de julio de 2018

No hay huevos

Tal y como hicimos en Navidad, en el grupo de juntaletras al que tengo el placer y el honor de pertenecer se organizó un concurso de mini relatos sin más ánimo que divertirnos un rato. Las únicas premisas eran que tuviera entre 50 y 150 palabras y que tratara sobre un mito (de cualquier época o cultura). ¿Qué he ganado, además de leer otros 18 minimitos estupendos? Pues mis premios han sido un paseo gratuito en un caballo de Troya y un vuelo nocturno sobre un dragón iluminado por el fuego que sale de su boca. Comparto mi mini relato (perdón por lo ordinario del título, pero no se me ocurría otro).



NO HAY HUEVOS

—Que no te atreves.

—¿Qué no? ¿Qué te apuestas, a ver, qué te apuestas?

—Lo que quieras, porque no lo vas a hacer —dijo John y empezó a reír.

—Te vas a cagar… Si lo hago, me das tu caballo. Vosotros sois testigos —dijo Ginebra mientras nos señalaba.

Se remangó el vestido y salió decidida hacia la roca. Las mujeres no podían probar. Iba a detenerla, pero luego pensé que a esas horas no habría nadie por allí y no se enterarían.


Menos mal, nadie la vio subirse y tirar de la espada. ¿Qué habría pasado si la hubiesen visto con Excalibur en las manos? El susto que nos dimos todos fue tremendo. La que más, ella, que volvió a poner la espada en su sitio y salió corriendo con el caballo de John.

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