
MURALLAS
Ágata decidió que nadie más le haría daño y construyó una fortaleza de altos muros que nadie pudiera atravesar. Y cavó un foso alrededor que llenó de cocodrilos, así quien osara acercarse demasiado tendría que vérselas con ellos. Pero no tuvo en cuenta que él venía listo para asediar su castillo. Primero se encargó de amaestrar a los cocodrilos dejándolos fuera de juego. Luego se dedicó a bombardear las murallas con bromas y sonrisas y consiguió abrir una grieta. Y aunque Ágata intentaba a toda costa reconstruirlas, cada día había más brechas. Hasta que un día, las murallas cayeron, el corazón de Ágata claudicó y se dejó invadir por el amor.
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