Ayer por la noche me quedé a cuadros, ojiplática y boquiabierta. Vamos, que vi por primera vez un anuncio que... En fin. Lo cierto es que llevo meses sorprendida, sí, sí, sorprendida por el tipo de anuncios que veo en la tele.
Me imagino que a estas alturas ya está todo inventado, o casi. La tele lleva en nuestras casas desde hace décadas, por lo que supongo que a los publicistas les quedan ya pocos recursos que explotar para impactarnos y sugestionarnos a comprar el producto o servicio que anuncian. Yo tengo memoria de pez para los anuncios, lo reconozco, cuando los programas se van a publicidad, yo aprovecho para hacer lo que sea que tengo pendiente (y esas pausas dan para mucho, eh, que seis minutos o nueve, suenan a poco, pero cunden) y no me los miro mucho, así que tienen un efecto mínimo sobre mí. Pero, al César lo que es del César, ya que hay algunos que se quedan grabados: quién no se acuerda de Pipín, del hombre y el helicóptero de Tulipán, de la descocada rubia (para aquellos años, entiéndase) con los senos al aire de Fa o de "Hola, soy Edu, Feliz Navidad".
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| Imagen tomada de http://blog.attachmedia.com/publicidad-tradicional-vs-marketing-de-contenido/. Leed lo que pone, que tiene miga también. |
Pero vayamos al grano. Antes de Navidad una marca de sucedáneo de angulas va y contrata a Xabi Alonso y a Carles Puyol para hacer su anuncio. Hasta ahí todo normal, se lleva mucho lo de utilizar a famosos para vender tu producto y, estos, para quedar bien con todos, contratan a uno del Madrid y a otro del Barça para no crearse enemigos y vender más. Bien. Sólo que ahí aparecían compartiendo unas gulas. Pero no, no compartieron nada, se veía claramente que cada uno había grabado el spot por separado y que luego habían montado las imágenes. Y era tan evidente que hasta yo que no me miro mucho los anuncios me di cuenta. ¡Por favor, qué cosa más cutre! Será un tema de agendas, que los futbolistas de estos dos equipos tienen muchos compromisos, no lo dudo, pero vamos, visto el resultado tan patético, yo hubiera pedido que no lo emitieran, en serio.
Pasan las Navidades y, tras el shock emocional que me supuso ver a Eduard Punset anunciando pan de molde meses atrás, porque no le pega ná de ná, van y montan otro anuncio de él mismo con Leo Messi cruzándose en el súper y los dos, mira que gracia, van a comprar la misma marca de pan de molde. Y, claro, de haberse cruzado en el supermercado, nada, cada uno grabó su parte donde pudo y cuando pudo y luego, corta y pega, y tan contentos. Y también se notaba, vaya que si se notaba. ¿Por qué pretenden engañarnos así? No Messi ni Punset, sino el publicista o la marca. ¿Realmente nos consideran tonticos? ¿O es que eran anuncios-broma?
Luego me dio mucha risa, por no echarme a llorar, el fichaje de Matías Prats por una aseguradora, la del telefonito ese. A mí me parecen tan lamentables que yo creo que Matías Prats no ha visto el resultado, en serio, no me cuadra que un tipo con su trayectoria dé por buena la tremenda chorrada de serie de anuncios que han grabado. Porque, encima, tiene más delito ya que son varios: inaugurando un taller con su nombre, poniendo su nombre a un chaleco de emergencias,... Y que los actores que le acompañan, hacen el papel de idiotas, en serio (ojo, no digo que ellos lo sean, sino que hacen el papel, que nadie se dé por ofendido): mecánicos con cara de obnubilados ante la presencia de Matías en el taller o clientes de la aseguradora orgullosos de recibir el papel de la revisión de manos de Matías. No encuentro otra explicación a este anuncio que el vil metal. De verdad.
Otro que hace poco también me ha acongojado es el de una cadena de talleres mecánicos que ha hecho una versión del Duro de pelar de Rebeca, que interpreta ella misma. Que conste que no soy la única que se ha quedado a bolos (voilà un artículo en el Nou Diari http://www.noudiari.es/rebeca-resucita-duro-de-pelar-para-un-demencial-anuncio-de-aurgi/). Reconozco que yo también versiono las canciones a mi antojo, sí, sí, y mi hermana también (esto me hace pensar que mi madre lo hacía con nosotras), y lo hacemos para motivar a nuestros vástagos a la hora de comer o de que se espabilen en hacer algo o simplemente para hacer el chorra y que se rían de lo mal que canta su madre. Y ahí está el quid de la cuestión, los publicistas que han parido este anuncio... ¿pretendían hacernos reir? Porque a mí, motivarme para hacer lo que canta Rebeca (cambiar las ruedas en el taller de marras), desde luego no me motivan. Y que quede claro que a mí esta chica me cae muy bien, de verdad, me parece simpática, pero, oye, no parece que tenga suerte. Que va camino de convertirse en la Karina del siglo XXI, sí, sí, ésta lleva viviendo de El baúl de los recuerdos y Las flechas del amor desde los 60, y de Rebeca sólo me viene a la cabeza el Duro de pelar que está exprimiendo al máximo. Por favor, que cambie de representante, ¡ya!
De todos modos, no solo hay anuncios lamentables con famosos, válgame Dios, también los anónimos actores de publicidad tienen que hacer cada cosa, que... Y todo por ganarse el pan. Ejemplo de spot raro del que entiendo el mensaje general, porque lo dice la voz en off, pero que no me queda claro todo el jolgorio surrealista que montan, es el de otra aseguradora de vehículos en el que aparece una madre envolviendo al hijo, ya entrado en años, en plástico de burbujas para sobreprotegerlo y luego se caen las paredes de la casa y aparecen hombres con zancos, tragafuegos, equilibristas,... ¿Ein? Me lo explique. ¿Qué tiene que ver la aseguradora con los artistas de circo?
Y para terminar, el anuncio que vi ayer y que me llegó al alma. Lo protagoniza una chica, que me pareció famosa, pero lo mismo no lo es, porque me quedé tan confundida que ahora mismo no sabría ponerle cara. Llega la chica y, desde una puerta, dice, sin que veamos a quién se dirige: "He vuelto y volveré todos los días" en plan drama tipo Lo que el viento se llevó y te imaginas que se lo está diciendo a su amado. Pues no, acto seguido aparece el receptor de tan emotivo mensaje: ¡¡LA TAZA DEL CUARTO DE BAÑO!!. ¿Será posible? Y al segundo, aparece la chica bebiendo un vaso de una leche rica en no sé qué que le hará olvidarse del estreñimiento. La madre que los... Vamos, vamos, vamos con el efecto sorpresa. Al que lo ha creado le habrán aplaudido y todo en la oficina "Tío, eres un crack, ¡qué idea tan genial!". En fin, no voy a comentar nada más (que si entro a analizar los anuncios de compresas o tampones...), mirad la tele o buscadlos en youtube y llorad conmigo.
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